Cuando un medio se utiliza para ejercer la comunicaciòn y buscar soluciones. No importa en las condiciones rudimentarias, el esfuerzo y el deseo de comunicarse y ser escuchado, es lo màs esencial. Allì tenemos el caso de èstos mineros que no contaban ni siquiera con celular, por las condiciones en que eran explotados por los capitalistas y dueños de la mina que si viven en lujosas residencias, confortables y con todo tipio de comunicaciòn, alta tegnologìa, lujosos carros y hasta con servicios de vigilancia permanente.
Luis Urzúa fue el hombre que habló con el ministro de Minería, Laurence Golborne cuando éste se comunicó con los trabajadores a través de un telefonillo, creado por ellos mismos. Se convitiò en una Radio Comunitaria con un alto poder de comunicaciòn. Hablaron tambièn con sus familiares, sus sueños, sus perdones, lo que haràn cuando salieran del hueco en que se encontraban, conversaron con mèdicos, sicòlogos, dieteticos, nutricionistas, etc. Aquì no habìa comercial, no habìa mùsica, sòlo recomendaciones, rezos, enseñanzas, consejos y mucha esperanza de vivir.
"Le habla Luis Urzúa, soy el jefe de turno (...). Estamos bien, esperando que usted nos rescate", le contestó Urzúa al ministro durante la llamada.
A diferencia del resto de los obreros, la familia de Urzúa no ha permanecido en el Campamento Esperanza, levantado improvisadamente cerca de la mina prácticamente desde que sucedió el accidente.
Esta familia también ha sido la única que no ha hablado con la prensa debido a una petición que el mismo Urzúa les hizo cuando les envió la primera carta durante su confinamiento.
El rescate de los 33 mineros comenzó este martes pasadas las 10H00 locales