Valencia, enero 18 (María Beatriz Henríquez).- Sentirse tranquilo al abordar una unidad de transporte público es cada vez más difícil para los pasajeros, quienes además de lidiar con el exceso de personas y la falta de puestos también deben viajar con la incertidumbre de llegar a sus destinos sin ser víctimas del hampa.
Los ciudadanos no se sienten seguros en los colectivos, pues éstos siempre han sido blanco de robos y en la actualidad son atacados por una "nueva modalidad" cuando dos o tres hombres se suben al transporte para pedir dinero por medio de amenazas.
Y es que sin hacer uso de un arma blanca o de fuego logran asustar a los pasajeros diciéndoles: "no venimos a robar pero necesitamos una colaboración de ustedes", "acabamos de salir del Penal de Tocuyito y necesitamos dinero para devolvernos a nuestra casa" o "no estamos pendientes de sus celulares ni de sus pertenencias pero colaboren".
Otros cuentan que les mataron a un amigo y que requieren recursos para enterrarlo o comprarle una corona.
Cuando esbozan estas frases, de inmediato los pasajeros asustados comienzan a sacar las monedas y billetes de sus carteras o bolsillos para entregárselos a estos hombres, por miedo a que atenten contra sus vidas.
Varias zonas afectadas
El modus operandi lo realizan en distintas paradas de autobuses de la ciudad de Valencia como en la primera parada de la avenida Lara y Av. Lara con Branger, avenida Bolívar, Zona Industrial, Flor Amarillo, lugar donde se concentra el mayor grupo de personas que se dedican a estas acciones.
En un recorrido efectuado por el equipo reporteril de Notitarde, se constató, a través de conversaciones con usuarios del transporte público, que a diario las unidades son abordadas por personas que piden dinero por medio de la amenaza.
Señalaron que es más común que ocurra en horas pico y siempre son por lo mínimo dos o más hombres.
Se conoció que en ocasiones, más de diez pasajeros han abandonado un autobús al mismo tiempo al percatarse de la presencia de los hombres que piden dinero "por las buenas o por las malas".
"Mi vida vale más que dos bolívares"
Quienes a diario hacen uso de las unidades colectivas aseguraron que no se sientes seguros utilizando el transporte público en la ciudad de Valencia.
Una pasajera que no quiso ser identificada manifestó que prefería darles dinero antes de que la maten, tras asegurar que "mi vida vale más que 2 bolívares fuertes, yo prefiero darles dinero antes de que me hagan algo", dijo.
Por su parte, María de Abreu, usuaria de los colectivos, expresó que esa situación se repite todos los días "uno anda con el corazón en la boca cuando estos jóvenes arriban las unidades, a veces les doy y otras no".
Consideró que hay mucha inseguridad en este sector y que aunque tienen que atacarla sería difícil colocar un policía para que cuide de cada autobús.
En este sentido, planteó que es necesario que los organismos de seguridad detengan a estos grupos de presuntos delincuentes que azotan las paradas de autobuses.
Otro pasajero, quien se identificó como Jorge González, explicó que cuando se suben a pedir una colaboración procura hacerse el loco para pasar desapercibido y si tiene sencillo se lo entrega.
"Los más afectados son los
pasajeros no los conductores"
Iván Rodríguez, conductor de una unidad colectiva, manifestó que los transportistas prestan un servicio público y no pueden negar el acceso a ninguna persona y mucho menos a quienes abordan para solicitar "una ayuda económica".
Sin embargo, -a su juicio- "la única manera para evitar que estas personas no se suban a pedir es que las autoridades se aboquen a vigilar las paradas, pues esto le afecta más que todo a los pasajeros".