Julio 26 de 1009. Para este martes ha sido convocada una concentración popular en esta capital contra el intervencionismo norteamericano y la instalación de bases militares gringas en territorio patrio, la jornada de protesta será a partir de las 5 de la tarde en la Carrera 7 con calle 13 o Avenida Jiménez y es convocada por organizaciones sociales y políticas como mecanismo de defensa de la soberanía pisoteada con la decisión del presidente Uribe Vélez de permitir la presencia de personal del ejército de Estados Unidos en varias lugares del país.
Para el mismo día a partir de las 5 de la tarde ha sido convocado un debate por miembros de la bancada del Polo Democrático Alternativo en la plenaria del senado de la república dirigida por la senadora Gloria Inés Ramírez. A la ola de protestas se suman los miembros de la dirección ejecutiva de la central Unitaria de Trabajadores CUT, quienes exigen al Gobierno colombiano el respeto a la soberanía nacional a través del levantamiento de esas bases del territorio colombiano, puesto que esta decisión va en contravía a los caminos de paz que se han buscado, profundizará el conflicto interno y generará conflictos externos. Estas bases concedidas graciosamente por el régimen uribista a los Estados Unidos a espaldas de la Nación y del Congreso, se suman a las más de 700 que ya tiene esta potencia en todo el mundo. “El acantonamiento de tropas extranjeras en Colombia está prohibido por la Constitución Nacional, la cual sólo permite el tránsito autorizado previamente por el Congreso y bajo concepto favorable del Consejo de Estado. Sin embargo, en virtud de este acuerdo, habrá permanentemente en Colombia, por lo menos, 1400 soldados norteamericanos, 800 de manera directa y otros 600 bajo el eufemismo de Contratistas con que los Estados Unidos han disfrazado las tropas en sus guerras mercenarias.” Dice el documento de la central obrera.
“Con esta grave decisión que vulnera la soberanía nacional, Colombia se convierte de hecho en un país hostil para los vecinos de la región, al transformarse en punta de lanza de la expansión de los Estados Unidos. Con esto, no sólo se le entrega a la potencia del norte patente de corso para intervenir en nuestros asuntos internos bajo el pretexto de la lucha antinarcóticos y antiterrorista, sino que se le facilita la infraestructura militar y tecnológica para que desde nuestro territorio se perpetúen ataques y bombardeos a cualquier país de América Latina y del Caribe.” Agrega la CUT.