En cualquier sitio, en cualquier lugar, los habitantes de la Parroquia Bolivariana de Miguel Peña, cuando se saludan entre sì, enseguida sale a relucir la expresiòn: ¿Cuando se solicionarà el problema del agua potable por tuberìa?
Los camiones cisternas pasan a cada momento por las calles ofreciendo agua, a un precio demasiado alto para estos golpeados habitantes, de pocos recursusos econòmicos; llenan un pipote y cobran Bs. 10. Ya no encuentran a donde acudir para que al menos el precio sea màs razonable.
Antes llegaba un chorrito, ahora ni aire sale por los grifos.
La compra diaria de agua a Bs.10 el pipote ha afectado considerablemente en la economìa y los recortes se ven reflejados en la angustìa, en la comida, sufriendo preocupaciones, desespero en busca de soluciòn que no se encuentra por ninguna parte.
Se nota muy a menudo en las personas con relaciòn al aseo personal, malos olores, ropas sucias y hediondas, otros no se afeitan, para no gastar el poquito de agua. Las pocetas se encuentran repletas de necesidades biològicas.
Las moscas se multiplican y se esperan enfermedades alèrgicas, enfermedades en la piel, erupciones cùtaneas, etc.
Por otra parte, la empresa Hidrocentro no se manifiesta sobre la fecha exacta para el normal servicio de agua y las razones que nos llevaron a este extremo, como la falta de agua que estamos padeciendo actualmente.