Puerto Cabello, diciembre 30 (Pausides Rodríguez).- Con dos torneos de beisbol con pelotica de goma, una "caimanera" de baloncesto y la Gran Carrera de la urbanización San Esteban, la comunidad deportiva de Puerto Cabello despedirá el 2009 y le dará la bienvenida al 2010, poniendo en evidencia que en este municipio la actividad atlética es durante los 365 días del año.
Como es ya una tradición, vecinos del sector La Redoma de la urbanización Rancho Grande y de La Sorpresa despedirán el año con torneos de beisbol con pelotica de goma este jueves 31.
En La Redoma, el evento tiene más de 50 años realizándose, según aseguró Manuel Gómez, uno de los organizadores del encuentro que se realizará en homenaje a Martín Vázquez, conocido entrenador de beisbol menor de la Liga Municipal "Valmore Arteaga".
Las acciones comienzan a las 9:30 de la mañana e incluyen un derby de jonrones y un duelo de tiros a segunda base; además de un homenaje a Aníbal Suárez, vecino de ese sector que con sus 112 años a cuestas es hoy por hoy el porteño con mayor edad en la ciudad.
También a las 9:30 de la mañana, en otro punto de la ciudad, se estará realizando un evento similar, específicamente en avenida 53 de la urbanización La Sorpresa, con la trigésima tercera edición del Juego Tradicional de Pelota de Goma.
El evento es organizado por Alexis Ortiz, Emidgio Echenagucia y Rafael D¥Nobrega, quienes junto a un grupo de vecinos motorizan la actividad deportiva que se extiende hasta horas de la noche, en una programación que también incluye entrega de cotiilones para todos los niños de la comunidad, donación de dos cestas de comida a las familias más necesitadas del lugar y la elaboración de dos "inmensas" ollas de sopa de res, para compartir entre todos los jugadores.
En esta nueva edición competirán los equipos La Sorpresa I, La Sorpresa II, La Línea, Recta Final, Valencia y Los Briceños.
Recuerdan los organizadores que la idea originaria del torneo fue de Iginio López, un vecino de esta urbanización que el 31 de diciembre del año 1976 entusiasmó a los muchachos de la cuadra para que se enfrentaran en un partido de béisbol en la calle, pero con reglas adaptadas a las condiciones del transitado escenario y con una pelota de trapo, elaborada por él".
Hasta 1985, el singular campeonato se jugó con pelota de trapo, que no era otra cosa que una pequeña piedra envuelta firmemente con tiras de tela vieja, de forma casi esférica y de tamaño un poco más grande que un puño, forrada finalmente con una "media de mujer", recordaron.
Los primeros encuentros los protagonizaron dos equipos: los muchachos de las calles 23 y 24 contra los de las calles 25 y 26, con el natural requisito de ser residente del área que se estaba representando, además, claro está, de tener las consabidas habilidades para atrapar la pelota o darle un buen batazo.
Según las reglas que se han mantenido en el tiempo, se aplican las condiciones que rigen los partidos de softbol y de béisbol pero adaptadas a la fecha y teniendo en cuenta las condiciones de la zona de juego, que está en plena vía pública y rodeado de viviendas por todas partes; además de que se cuenta con muy pocas horas para definir la disputa.
Es por ello que cada partido se desarrolla a tres ining (en vez de nueve); o en su defecto, con una duración máxima de una hora 15 minutos; 10 peloteros están en acción (cuatro en el outfielder) y aunque también se juega a 3 outs por ining, este termina si uno de los batazos cae en una casa. Si se llega a un empate cumplidos los tres episodios, el equipo que vaya a la ofensiva tiene derecho a colocar un corredor en segunda
Así las cosas cada 31 de diciembre, desde hace poco más de tres décadas, los habitantes de La Sorpresa sienten en el ambiente que es el último día del año por la algarabía que desde bien temprano producen sus jóvenes jugando béisbol con pelotica de goma en la calle.
Lo que cualquier día del año pudiera ser foco de molestias y perturbación para quienes transiten por la avenida en cuestión entre las calles 24 y 26, hoy será de fiesta, en un ambiente de alegría, amistad y entusiasmo entre quienes juegan y quienes acuden al evento a ver en acción a los protagonistas del último día del año.