La selección de Venezuela llega con buen ánimo al partido de esta noche contra Perú. Sacar un 2-2 a domicilio frente a Chile, bajo una atmósfera adversa -incluso estando conscientes de que se pudo ganar-, no es nada sencillo e inevitablemente otorga confianza al grupo.Y eso es positivo, siempre y cuando esa ventaja se sepa manejar. Una confianza bien entendida, es decir, saber lo que esta oncena puede alcanzar, lo que es capaz de hacer. Más no confiada, un concepto que puede derivar en subestimar al rival.
Más allá del sistema táctico y de cuáles jugadores saltarán al césped del estadio José Antonio Anzoátegui, la clave de este duelo está en la claridad y fortaleza mental con la que salgan los elegidos al campo.
En el papel, una vinotinto crecida, luego del importante resultado cosechado en Santiago de Chile, se presenta ante un eliminado y diezmado Perú (hasta tres bajas seguras) que ya sólo juega por orgullo a su camiseta.
Sin embargo, cabe recordar que a pesar de que ya no tiene opciones mundialistas, el cuadro incaico superó el pasado sábado a Uruguay (1-0), una zancadilla para las aspiraciones de la celeste.
Por ello, si bien el combinado patrio está en la obligación de proponer para llevarse los tres puntos en disputa, requiere de equilibrio en la cancha para evitar sorpresas.
"No se puede subestimar a Perú. Venezuela tiene la necesidad y la obligación de ganar este partido no importa cuál sea el rival", dijo el entrenador César Farías al portal lavinotinto.com. El DT está claro, pero la cuestión es que ese mensaje sea asimilado por sus pupilos y se cumpla cabalmente en el terreno de juego.
Haciendo memoria, en los días previos al primer choque entre estas dos oncenas, correspondiente a la primera vuelta de las eliminatorias, hubo, de parte de la vinotinto, cierto exceso de confianza antes de medirse en Lima a los incas (en ese entonces colistas con 3 puntos). Y qué pasó luego: victoria peruana 1-0, la primera del ciclo eliminatorio para los dirigidos por José Chemo del Solar, que apenas suman dos triunfos en la tabla.
Ojalá y se haya aprendido la lección de aquel revés.
Hoy, el estadio, el respaldo de la gente y la propia convicción de los futbolistas de seguir peleando por el repechaje, marcarán el camino a Venezuela, pero ojo: el aspecto mental también juega... Hasta la próxima.