No sólo hemos sido víctimas de estafa, por dinero e inmuebles, el dinero, puede ser recuperable y hay hasta quien se compra una mejor casa después de haber atravesado por esta situación, hoy por hoy muy frecuente, pero esto no queda aquí, porque hay rufianes que se codean entre los amigos, aquellos truhanes que nos encontramos en el diario vivir, vendiéndose a través de una sonrisa, con expresiones que suenan bonitas al oído e invitan a escuchar alojándose en el interior de aquel incauto, y van tomando todo lo que quieren a su paso, es tal su cinismo que disfrutan del momento, de los días y hasta los años, en esa estafa hace que se involucren sentimientos, emociones, aspiraciones, el amor, la fe, la esperanza, la confianza de ese ser que escogió, y la víctima al verse estafado, en sus más íntimos sueños, le resuelta difícil aceptar que ha sido objeto de un estafador real y hasta los hay cibernéticos. ¡Alerta con estos rufianes!, pero existe Dios que es perfecto y todo lo mitiga. Entre estos mentirosos, también encontramos a profesores que supuestamente han perdido el dinero de la fiesta de graduación de sus alumnos, incluso estafando con exámenes, pero como en este plano donde vivimos encontramos de todo, sólo nos queda vivir y estar más atentos en el diario caminar, para no ser atacados por estos personajes que a través de la historia y hasta la actualidad se conocen como estafadores. No podemos saber cuándo nos llegan, es difícil, lo que si debemos es estar ¡alerta! Es aconsejable vivir bien lejos de los estafadores de sueños.
Aída Daniela Cova G.
C.I. V-3.386.654