No hay empresarios socialistas

Estimado compatriota Mario Silva. En tu programa del día viernes 30 de Octubre, amaneciendo para sábado, tuve una de esas raras oportunidades de escucharte dos cosas bien interesantes. La primera y en la cual hiciste énfasis de que todos escucháramos bien, fue de que no ibas a ser candidato para ningún cargo de elección popular ¿o fue solo para gobernador?. Bien no importa mucho, pues lo central es que deslindas campos con quienes ya desde hace años andan en campaña electoral, guindándose de cuanta cosa consideran buena para figurar en un puesto salidor y así resolverse por unos años sus problemas económicos sin hacer mucho esfuerzo.

La segunda afirmación, la más interesante a nuestro modesto modo de ver las cosas, te referiste a que no creías, para nada en eso de empresarios socialistas. Realmente nos parece sorprendente que una figura tan conocida, vista y oída, emita tal afirmación que tiene una trascendencia gigantesca para un proceso revolucionario que se tilda de socialista.

Es verdad que Mario Silva no profundizó en dicha afirmación, pero no por ello vamos a tratar de hacer ciertas consideraciones que consideramos son importantes por estar allí una de las patas cojas y de las fundamentales de nuestro proceso social revolucionario.

Desde aquí decimos de una manera clara y categórica que nosotros tampoco creemos en la posibilidad de que exista una burguesía, como clase, que pueda ser socialista. Ello es todo un contrasentido y no porque sea malo desde el punto de vista moral el ser parte del sector burgués, sino que sencillamente burguesía que se meta a impulsar la justicia social en sus empresas, distribuyendo la plusvalía que extrae en el proceso de producción de sus trabajadores, burguesía que se permita el lujo de impulsar el poder de decisión de los trabajadores en sus empresas, primero se lo comen vivo sus hermanos de clase y lo desplazan del proceso de competencia por hacer poco rentable sus inversiones y segundo los trabajadores que descubran cuanta plusvalía le es extraída en tan solo un día de trabajo y además de que una empresa puede funcionar Bajo Control democrático de ellos, sin necesidad de patronos, pues sencillamente no van a querer seguir siendo explotados (generando plusvalía que es apropiada por el dueño del capital, normalmente sin producir ningún valor en la o las empresas) y por lo tanto se rebelaría y plantearían un socialismo sin patronos.

Decía mi abuela que era bien cristiana y “gomecista”. Nadie monta un negocio para perder y decía en mis adentros, cuando ya había adquirido cierta formación marxista: no solo eso, sino que quien la monta siempre tiene que buscar la máxima ganancia con la menor inversión posible y ello solo puede ser posible con un aumento sostenido de la explotación sea por la vía de la extensión de la jornada laboral o por la vía del aumento de la productividad (producir más en menor tiempo) y en ambos casos se encontraría con la resistencia de los trabajadores.

Los empresarios venezolanos y los no venezolanos han demostrado en estos últimos meses que su pensamiento no tiene nada que ver con justicia social y con socializar las ganancias y menos aún en impulsar el socialismo. Desde los inicios de la crisis capitalista los empresarios del mundo entero, apenas empezaron a ver entrar en recesión sus empresas, lo primero que hicieron fue despedir centenares de miles y hasta millones de trabajadores y lo han hecho tan bien que las últimas estadísticas publicadas en los EEUU nos dicen que la productividad en las empresas se ha recuperado (es decir hoy los trabajadores norteamericanos están produciendo cada uno más de lo que producía antes de la crisis) sin frenar la rebaja en los salarios y el continuo despedir de trabajadores. Los empresarios banqueros recibieron de manos de sus gobiernos gringos o europeos, japoneses o Chinos o Brasileños centenares de miles de millones de dólares en subsidios y no hubo uno solo que los usase para evitar la expropiación de las viviendas de trabajadores que no podían pagar la suya o para evitar el cierre de alguna empresa. Nada que ver. Lo usaron para darle bonos a los gerentes que provocaron el quiebre de entidades bancarias y sobre todo para invertir (especular) en las diversas bolsas de valores que es lo que más ha contribuido al repunte del precio de ciertas materias primas como el petróleo y productos agrícolas y de ciertas y determinadas acciones.

En Venezuela, el gobierno del presidente Chávez tiene años de años dándoles créditos a los empresarios, facilidades para importar, créditos con intereses subsidiados y las cifras del Banco Central de Venezuela nos dicen que cada año que pasa, las inversiones del sector privado son cada vez menores. Han llegado incluso a un punto donde ni siquiera reponen el capital fijo. Y uno de los sectores empresariales, el más beneficiado con la revolución bolivariana como es el Bancario, a pesar de llegar a obtener ganancias que en tan solo 6 meses, 4 meses y hasta 3 meses, reponen el capital invertido quedándoles “su real y medio”, son incapaces de bajar las tasas de interés de los créditos que prestan o las comisiones que cobran por sus diversos “servicios” o tan solo cumplir con las diversas carteras crediticias que el gobierno le dicta para activar el aparato productivo nacional.

A todo esto que hacen los empresarios, hay que incorporarle sus buenos aportes de financiamiento a los sectores políticos de la oposición burguesa, a ver cuando se fortalecen y logran quitar de en medio a un gobierno que todavía pone trabas a sus ganas de ponerle la mano a todas las riquezas del país.

Mario Silva, realmente nos gustó tu afirmación porque en ella vimos reflejada todo lo antes dicho y el cómo se portan los empresarios a la hora de tratar al sector que precisamente es quien produce todas esas riquezas de las cuales disfrutan, que no es otra que la del mayor desprecio por las condiciones de vida y trabajo de los obreros. A diario vemos en las Inspectorías del Trabajo, en las oficinas de INSAPSEL las colas de trabajadores realizando miles de denuncias sobre las violaciones a las contrataciones colectivas y las condiciones de seguridad industrial, vemos como los contratos colectivos se firman con aumentos salariales cada vez menores al aumento de la inflación, vemos los despidos que se hacen violando la Ley; vemos como los empresarios violan las normas de producir tal o cual producto a precio regulado tan solo porque no le da la ganancia que quiere o ha planificado….

Si amigo Mario Silva. Ciertamente no puede haber un empresariado de carácter socialista. Todos esos que ahora se visten de “rojos rojitos” lo que son es excelentes bolivarianos. Si bolivarianos por encantarles los bolívares para luego transformarlos en dólares y provocar fuga de divisas, ¿pero revolucionarios socialistas? Ni pendejos que fueran. ¿Pendejos? serán los otros, los que creen que existen empresarios socialistas.

Compatriota Mario Silva. Nos ponemos a su orden para realizar de manera conjunta toda una campaña educativa sobre el carácter de clase de los empresarios, incluyendo a esos que se hacen pasar por socialistas y revolucionarios; educar sobre el papel nefasto que los burgueses rojos rojitos y los otros, juegan en nuestra economía y de cómo se están aprovechando de la crisis para aumentar sus fortunas sobre explotando a los obreros y todo señalando que ellos son revolucionarios y el gobierno los apoya con rebaja en el IVA, con leyes antihuelga como el decreto con rango de Ley Orgánica de “Seguridad y Soberanía Agroalimentaria”, con créditos y ahora con un Banco Central de Venezuela que por la reforma de la Ley que lo rige, podrá utilizar nuestros dineros, léase bien los dineros del pueblo, para que ellos inviertan o mejor especulen y los saquen del país por todos los caminos habidos y por haber.

Vamos compatriota Mario. Un largo y jodido trabajo nos queda por delante, pero es necesario llevarlo a cabo para que los trabajadores y todo el pueblo se empoderen de la idea de que no es posible una verdadera revolución socialista con empresarios de ningún color. Que el socialismo es con el pueblo trabajador, con el pueblo oprimido, y para el pueblo trabajador y oprimido por este miserable y antihumano sistema capitalista y que esa revolución la impulsamos pero es ya, o nos van a dejar “limpios como talón de lavandera”

TODO EL PODER PARA EL PUEBLO TRABAJADOR

POR LA EXPROPIACIÓN DE TODOS LOS MONOPOLIOS Y DEL SISTEMA BANCARIO BAJO CONTROL OBRERO Y SOCIAL.

POR UN SOCIALISMO VERDADERO SIN PATRONOS, SIN BURÓCRATAS Y SIN CORRUPTOS.


eltopoobrero@yahoo.es