Presidente Lula negò carrera armamentista en Suramèrica

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, negó que los países suramericanos estén comprando armas para iniciar un conflicto bélico en la región y defendió la inversión brasileña en aviones de combate, submarinos y helicópteros.

"No creo que haya una señal o hipótesis de carrera armamentista en América del Sur, cada país necesita un mínimo de cuidado y un mínimo de sistema de defensa para resguardar la seguridad de sus fronteras", declaró Lula en una entrevista radial.

Al ser consultado sobre la compra de armas en países del sur, Lula explicó que en el caso especial de Venezuela "es un país con una cantidad enorme de petróleo y gas, y (el presidente Hugo) Chávez ya fue víctima de un golpe y es normal que se prepare", replicó. El mandatario agregó que "Chile y Colombia son las fuerzas armadas más organizadas hoy en América del Sur".

En relación con la adquisición de material bélico, el pasado martes, el ministro de Defensa de Venezuela, Ramón Carrizáles, afirmó desde Quito en la Cumbre Ministerial de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que su país está dispuesto a informar con transparencia a ese bloque sobre el convenio para la renovación de su armamento estrictamente defensivo a Rusia.

"Nosotros tenemos la obligación constitucional de protegernos. Hemos adquirido un armamento eminentemente defensivo", explicó Carrizáles.

Con respecto a su país, Lula aseguró que el motivo de la compra de armamento es para resguardar la Amazonia, el bosque húmedo que cubre el norte de su territorio, así como las reservas petroleras en una extensión de 149 mil kilómetros de suelo marítimo. Recordó además que su país tiene 15 mil kilómetros de frontera terrestre y ocho mil kilómetros de litoral costero que exigen un sistema adecuado de protección.

"Brasil tiene que tener un sistema de defensa poderoso. Todo el mundo sabe que Brasil es un país de paz, pero necesitamos mostrar los dientes si alguien quisiera meterse con nosotros", enfatizó.

El mandatario suramericano consideró como preocupante la reactivación de la Cuarta Flota de la armada estadounidense en el Océano Atlántico después de 58 años.

"Cuanto más fuertes y preparadas estén nuestras fuerzas armadas, menos posibilidades de guerra tendremos en este continente", destacó Lula. "Tenemos que cuidarnos y Brasil no medirá esfuerzos para recuperar el poder de defensa que tuvimos en otros momentos".

Brasil y Francia firmaron un acuerdo de defensa por unos 12 mil millones de dólares. Además, ambos países anunciaron la compra de 36 cazas franceses Rafale para la Fuerza Aérea Brasileña.

Por su parte Estados Unidos, pese a la crisis económica y siendo uno de los principales críticos de la compra de armamento en América Latina, gastó unos 75 mil millones de dólares en inteligencia en 2008, cifra que casi duplica la cantidad total del armamento comprado por Latinoamérica.

El gasto en los servicios de inteligencia duplicó con creces el presupuesto de 32 mil 800 millones de dólares para el Departamento de Estado y la ayuda exterior.