
Valencia, diciembre 25 (Karen Grisel Mendoza).- Una feliz Navidad en medio de los problemas y desencuentros que vive el país, así como la reconciliación y el diálogo entre los venezolanos para el año 2011, pidió el arzobispo de Valencia, monseñor Reinaldo Del Prette durante la celebración solemne del nacimiento del Niño Jesús la noche de este 24 de diciembre.
"Jesús es la llave maestra que ha venido a traernos paz, ojalá nos dejemos tocar por su amor y todo será distinto".
Al finalizar su homilía, el clérigo llamó a la unión y a la hermandad en el país, al tiempo que recordó una de sus frases preferidas del Nuevo Testamento "que todo cristiano debería poner en práctica en el día a día".
"Dice el Señor: Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo" (Ap 3,20).
Recordó también que el amor y el perdón al prójimo "debe ser la prioridad".
Solemne celebración litúrgica
Con la realización de una hermosa eucaristía revestida de solemnidad, júbilo y parrandas, los fieles católicos celebraron este 24 de diciembre en La Catedral, el nacimiento del Consejero Divino, Rey de Reyes y Príncipe de Paz.
La celebración litúrgica fue presidida por el arzobispo de Valencia, monseñor Reinaldo Del Prette quien posterior a la lectura del Santo Evangelio según San Lucas inició su homilía llena de entusiasmo y regocijo en virtud de la importancia que revistió tan esperado acontecimiento: el nacimiento de Jesús.
"El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz. La humanidad entera se llena de alegría porque nos ha nacido El Salvador", expresó monseñor Del Prette en referencia a lo anunciado por el profeta Isaías en el Antiguo Testamento.
Recordó que la natividad del niño Jesús en un humilde pesebre de Belén dividió la historia en dos, algo inaudito para el pensamiento humano, pero que en efecto, devela el amor del Creador por la humanidad.
Explicó que en época del alumbramiento de la Virgen María, el acontecimiento importante estaba enmarcado en el censo que el Rey Herodes había solicitado a sus subalternos realizar a los habitantes del Imperio Romano, sin embargo, Dios Padre tenía desde el inicio un plan de salvación para su pueblo, que inició con el nacimiento del Enmanuel y que subordinó lo primero a este importante suceso.
"Hace 25 siglos atrás, una pregunta quedó en el aire. Dios interrogó a Caín en el libro del Génesis por su hermano Abel, toda vez que por envidia el primero hirió a muerte a éste último. Justamente a propósito del nacimiento de El Mesías Dios recuerda a su pueblo que el amor al prójimo debe ser la prioridad".
Detalló monseñor Reinaldo Del Prette, que la vida es un soplo "hoy estamos y mañana no, sin embargo Dios se ha hecho uno con nosotros, pensemos en que todo está subordinado a Él. La humanidad en Cristo abarca una dimensión única".
Hizo hincapié en que la Navidad no debe ser menospreciada por los problemas que puedan aquejar el alma y el cuerpo, y mucho menos, vista como una rutina.
"La Navidad que celebramos los católicos es el encuentro de Dios con nosotros, el Enmanuel. Muchos creen que todos los años es lo mismo, se equivocan, la liturgia no es repetitiva, año tras año celebramos que Dios se hizo hombre, adoptando nuestra forma física, haciéndose igual, menos en el pecado".
Hemos conocido- continuó- un amor que se hace concreto, el nacimiento de Jesús es conmovedor, es tierno, es maravilloso.
Previo a la explicación del Santo Evangelio, el canto del Gloria resonó en todo el templo, a ejemplo de los pastores de Belén en adoración al Rey.
En este sentido, la Nochebuena cobró mayor importancia tras la develación del niño Jesús que permanecía cubierto con un manto blanco entre paja y candelabros a la vista de todos los asistentes.
Tras la petición del arzobispo de adorar desde el corazón el misterio de la encarnación, se hizo un breve silencio para dar cabida a la contemplación del sonrosado niño Jesús, mientras el incienso impregnaba la casa de Dios.
Insistió el arzobispo de Valencia monseñor Reinaldo Del Prette, que mediante la encarnación de Jesús en el vientre virginal de María, Dios manifestó todo el amor posible a su creación, por lo que pidió durante la celebración litúrgica de Nochebuena, agradecer al Creador todos los dones concedidos, más que solicitar regalos al niño envuelto en pañales.
Posterior a la bendición final y deseo de paz durante el año 2011, monseñor Reinaldo Del Prette agradeció a todas las instituciones y particulares que contribuyeron con la realización de la novena al Niño Jesús, en especial a la reconocida agrupación "Fogón y Tambor", cuyos integrantes propiciaron el encuentro con Dios a través de la letra de sus canciones.
Finalizada la ceremonia, se efectuó la acostumbrada práctica de besar al niño Jesús, donde pequeños, jóvenes y adultos se apresuraron a ubicarse en la nave central de La Catedral para ir pasando, uno por uno, a besar delicadamente los pies del niño envuelto en pañales como muestra de devoción, respeto y gratitud, mientras los parranderos entonaban sus mejores alabanzas al recién nacido, entre ellas "Noche de Paz", "Los pastorcitos quieren a su Rey", "El niño Dios ha nacido" y "Gloria Dios".
Posterior a esta manifestación de afecto del laicado a Jesús, los presentes compartieron una "Feliz Navidad" con sus semejantes.