Asì se encontraban las calles de la Parroquia Bolivariana de Miguel Peña, èste lunes y el martes de la presente semana, cuando comenzaron a caer las primeras y màs desadas gotas de aguas, para poder sentir los alivios y las frescura de las temperaturas con motivo de dichas lluvìa.
Sus habitantes comenzaron a presentar los alivios y en sus rostros se podìa observar el clima de tranquilidad por el desenso de las temperaturas.
El radiante Sol, brillò por su ausencia y ya lleva dos dìas que la Parroquia Bolivariana de Miguel Peña no le ve su cara, ni sus rayos caer sobre nuestra Parroquia, comentò Marìa Pertùz, habitante del Sector Monumental.
Este clima se parece mucho al de Caracas hace mas de 15 años, comentò Manuel Pereira, de el Sector Los Naranjos