Yo, soy un humilde venezolano, que leo la prensa a diario, y tengo más de treinta años, leyendo el “diario el Carabobeño”, imagínense; treinta años, por trescientos sesenta días, son más de VEINTE MILLONES DE AQUELLOS que me he gastado, mas los avisitos económicos o algún cartelito publicado, pero yo no soy sólo, y si sumamos los miles de ciudadanos que a diario compramos un periódico, para informarnos, leer deportes, leer sobre ciencias, cultura etc, etc, y resulta que lo que trae este periódico cada vez venido a menos, son robos, asesinatos, mentiras contra el gobierno, opinadores de baja e interesada calificación, traición al país, apoyo a la asesina oligarquía colombiana y a sus amos de Washington, silencio sobre los crímenes o fraudes de los banqueros y tramposos criollos, así como silencio sobre los crímenes y violaciones internacionales que comete el imperio y su hija predilecta Israel, mas publicidad y publicidad de mala calidad, ¿mala inversión, no es así?. Pero eso no es todo; es que da pena ajena que un periódico de una ciudad tan importante, no realice periodismo de investigación, y tenga una exigua información internacional, amén de una exigua o casi inexistente información de arte, ciencia y cultura, ya para terminar, algo peor, es la permanencia de un ser maligno como Francisco Pérez, quien siempre está al servicio del chisme y la mentira, en una columna de mala muerte titulada en secreto, pero con la intención de que aquello se riegue por todos lados, jugando con la dignidad y el honor de las personas, así ha transcurrido el tiempo, y este Pancho Pérez a hundido a los enemigos de aquellos a quienes probablemente sirva y cobre, valga decir, se comenta y es vox populi por allí lo de los treinta denarios y el Judas nuevo.
Hoy en día a este señor acostumbrado a exponer al escarnio público a cualquiera que se le antoje o que supuestamente le designen, se metió con el Alcalde de Valencia Edgardo Parra y resulta que se le pidió responsabilidad por sus actos, pruebas de sus dichos, no las presentó y fue debidamente sancionado por un Juez con pantalones que le puso el cascabel al gato, y entonces salen los serviles del colegio nacional y seccional de periodistas a echar pestes y a hablar mal sobre el gobierno y criticar la libertad de expresión; Cuando en realidad ni tiene razón, y pena debería darles, pues en lugar de luchar por las reivindicaciones sociales de sus agremiados que andan arriesgando la vida por un miserable sueldo a nombre de unos explotadores, como lo son los dueños del Carabobeño y los propietarios de otros medios traidores y enemigos del pueblo, lo que hacen es hacerle caso a sus dueños y salir a dispararle al gobierno y a decir desaforadamente que Pancho Pérez es una víctima y que “todos son Pancho Pérez”, además tratan de crear una matriz de opinión contra el Alcalde y a favor de un cagatintas pagado, así como a favor de un periódico que está contra las mayorías del país porque sus dueños son negadores de los derechos de sus trabajadores incluyendo los periodistas, pues más de una vez han impedido por la fuerza la formación de un sindicato independiente en dicho periódico, o es que creen que uno no tiene memoria, los dueños del carabobeño son enemigos de la clase trabajadora y son atropelladores de sus abnegados empleados, a quienes arreglan como peones de hacienda, cuando quieren y si no les atestan cuarenta policías para que no los dejen acercarse ni a una cuadra del periódico.
La actual sanción judicial contra Pancho Pérez, no es una campaña contra la libertad de expresión, no es una persecución contra la libertad de prensa, no es una campaña contra un inocente, se trata de que a un sinvergüenza sin honor, que ha estado al servicio de todos los malos gobiernos que ha habido en esta tierra de dios, y que ha injuriado a muchos hombres y mujeres de bien en su podrida columna, le llegó la hora de probar las INJURIAS Y FALSEDADES QUE ESCRIBE, y no tenía ni tendrá las pruebas, se le dio la oportunidad para que las presentara (oportunidad que el ni sus jefes otorgan), no lo hiso –valga decir se le concedió el derecho a la defensa y al debido proceso (Instituciones jurídicas consagradas en la Constitución del 99, a la cual este y sus jefes se opusieron), y como nada probó, pues debe correr con las consecuencias de sus actos conforma al Código Penal así como también conforme a la Constitución Nacional, a la Ley RESORTE, a la Lay de Ejercicio del Periodismo, su Código de Ética. No lo hiso y allí está la sanción correspondiente, o es que por ser periodista tiene derecho a estar destruyendo vidas, reputaciones, honores a diestra y siniestra en combinación con sus amos y a que las cosas se queden así. Tiene suerte porque la Oligarquía Colombiana y ahora la Hondureña los mata y el carabobeño no dice nada, no defiende a estos periodistas luchadores centroamericanos, ni a los cientos de periodistas que han asesinado todos los malditos gobiernos colombianos, aquí solo los multan y repito con derecho a la defensa, al debido proceso, a la tutela judicial efectiva, pues la pena corporal tiene su medida sustitutiva, y los reales alguien se los hará llegar, lo importante es que la charada, la mentira, la injuria no triunfó, y se hizo justicia, además, en nombre de tanta víctima de este hombre, se materializó la justicia.
(*) Abog.
– nelsonjlucena@hotmail.com