Los conductores de los transportes públicos tienen como costumbre irrespetar los semáforos y los puntos de parada en la ciudad, exponiendo a los usuarios y usuarias al peligro de ser arrollados, además de causar molestias al impedir el libre tránsito vehicular.
Los transportistas comenten las faltas cuando "compiten" entre sí buscando llegar antes que el otro a la siguiente parada, deteniéndose en cualquier lugar de la vía para abordar a los pasajeros.
El llamado es a quienes prestan este servicio para que tomen conciencia y eviten realizar este tipo de faltas que contribuyen al desorden público, así como a los beneficiarios a que procuren tomar el autobús en los lugares correspondientes como ejemplo de buen ciudadano.